No es que Djukic no dé con la tecla. De hecho no da. Ni de coña. Está
a años luz de acercarse ni siquiera a rozarla. El equipo que el serbio
entrena es un desastre en todas sus líneas. Especialmente en defensa, el
Valencia de Djukic es el sexto equipo más goleado de la categoría. Y
si bien es cierto que está a siete puntos de los lugares Champions,
futbolísticamente el equipo blanquinegro se encuentra a varios universos
de distancia de los aspirantes a presenciar la pelotita de las
estrellas la próxima campaña.
Pese a que Salvo continúe queriendo morir con su idea de
defender a Djukic hasta el final, la realidad dice que a este ritmo el
Valencia se va a pasar el campeonato fluctuando entre el noveno y el
décimo tercer lugar de la clasificación, y eso no hay Dios que lo
aguante. Con Djukic al frente, cada día que pase es tiempo perdido. Ni
la plantilla cree en Djukic, ni Djukic cree en la plantilla.
Y muestra de ello son los cuatro días libres que el entrenador le da a sus futbolistas. Con
un equipo tan poco trabajado, un entrenador que viera posibilidad de
revertir esto intentaría aprovechar estos quince días para mejorar al
grupo.
Nada, imposible. Tiempo perdido.
Por ello me
pregunto por qué Salvo se enroca en mantener una tecla que sabe que no
da luz. Es cierto que no sabemos si la tecla que hay al lado dará luz,
pero la evidencia es que esta tecla no da luz.
¿Lo hace por
mantener su palabra? ¿Lo hace porque algún asesor externo está empeñado
en venderle al presidente que los futbolistas -los únicos que pueden
sacar esto adelante-, son los malos de la película? ¿Lo hace porque cree
en un entrenador que sabe que tiene desconectada y enfadada a toda la
plantilla? ¿Lo hace por que no hay ni uno para echar al entrenador?
¿Incluso lo puede hacer por no soliviantar a cierto representante
ibérico muy vinculado al representante del actual entrenador
valencianista?
El caso es que Djukic continúa. Sin
nadie que crea en él y sin más apoyo que el de un presidente que tiene
al peor posible embajador para poner en valor la marca Valencia. El
"gigante dormido", el "aqui nadie una estrella" o el tema de los
"huevos" ya no se lo cree nadie. Este equipo es un desastre que no juega
a nada. El discurso populista ya no cala. Aplíquense el cuento los responsables. Estas cosas pasan factura
PD. Simplemente gracias a todos por el apoyo recibido en estos últimos días.
No comments:
Post a Comment