Tuesday, December 14, 2010

TINTIN EN HONDARRIBIA


Hacía tiempo, mucho tiempo, que no me asomaba a mi blog para hablar de fútbol. No tenía ganas de ir dando explicaciones a diestro y siniestro por no ser políticamente correcto. Pero mira por dónde, hoy he encontrado el momento.
Poco imaginaba el peor mal que ha sufrido el Valencia en 90 años de historia, Juan Soler, que el día que contrataba a Ronald Koeman regalaba la coartada perfecta a los siguientes entrenadores del club para mantenerse en el cargo aún cuando estos últimos muestren sobradamente pocos resortes de respuesta para desempeñar tal función.
Que Unai Emery me parece un técnico poco capacitado para entrenar al Valencia no es nada nuevo, los porqués me llevarían a escribir más que un artículo, una enciclopedia.
Lo bien cierto es que tras el paso de ese otro desastre que fue Ronald Koeman, a Unai le salió la lotería. Koeman es su mayor aval.
Sólo así se comprende que tras el desastre múltiple ante Osasuna (once, cambios y tema Mathieu) Mestalla no haya roto a cantar “Unai vete ya”. Fue tal el shock pidiendo la destitución de Quique y las posteriores consecuencias, que Mestalla ahora no se atreve a arrancarse. Además ya habría quien perdería el trasero para recordarlo. Eso (por el momento) salva a Unai de la ira de la grada.
Salva a Unai de la ira de los dirigentes la eterna duda de saber si una vez se decidan al cambio de entrenador, el siguiente saldrá todavía peor.
Nadie se acuerda ya de las críticas a los entrenamientos que el dipsómano holandés hacia a puerta cerrada. Al menos él avisaba. Ahora hay muchos días que la prensa llega a entrenamientos programados a puerta abierta y se da con la puerta en las narices.
Tampoco nadie recuerda que Unai apartó a tres jugadores del vestuario en su primer año (Hildebrand, Helguera y Angulo). La única diferencia fue que a éstos sí se los sacaron del vestuario y que no tuvo valentía de decírselo a la cara (palabras textuales de Angulo en una entrevista concedida al Diario As).
Si con Koeman había poco trabajo (“pachanguita y ronditos” decían los futbolistas) con Unai hay epidemia de días libres.
Si el holandés nunca conectó con el vestuario por sus formas y su poco compromiso, Unai es incapaz de dominarlo. Los dos primeros años se hablaba de un vestuario resabiado y canalla, y este año con futbolistas “con más hambre” iba a ser el año definitivo. A la vista está lo que siguen pesando los futbolistas de más recorrido y las veces que el entrenador ha sido capaz de hacerse oir (cuando los impagos de la época Soriano, fue Fernando Gómez quien tuvo que plantarse en el vestuario de Paterna para poner los puntos sobre las íes).
En cuanto a haber prescindido cada año de sus preparadores físicos (a los de la casa se los cargó -y todavía nadie sabe las causas- y Aiestarán se fue harto), de haber pedido cada año un portero, de darle la capitanía a Miguel, de montar cenas de cumpleaños tras dos días libres y aún desaconsejándoselo gente de su entorno, de no saber a qué juega este equipo después de tres años, y de dejar en el banquillo a los que menos problemas dan, no voy a extenderme.
Y todo gracias a la bicha. Fue tan lamentable su paso, que hay mucho miedo a que el remedio sea peor que la enfermedad.
Por eso, cuando Tintín llegó a Valencia, tocó el Gordo en Hondarribia.

2 comments:

Gonzalo Monfort said...

Completamente de acuerdo contigo Manolo. Este señor no es entrenador para el VCF. Pero, a mi, como aficionado, me ronda ese miedo del que hablas: si le echan ¿a quien traen? yo no estoy al tanto del mercado, y siempre hay desconocidos que pueden hacerlo bien (recuerdo cuando trajeron a Ranieri en su primera época), pero la situación post Unai, si no esta bien medida y calculada da miedo. Genial el post y gracias por tus momentos de radio Manolo.

Aittana said...

Creient com la majoria que Koeman va ser el pitjor, però amb jugadors implicats vam guanyar la copa, per què no fas un recompte dels altres estaments del nostre Club? Seria interessant i on està el mal del que està passant.