Monday, December 04, 2006

¿CUÁNTO VALE TU VIDA?


Ocurrió el sábado por la tarde en en la Ciudad Deportiva de Paterna. Por ello quizá ha pasado inadvertido, por ello, quizá el árbitro de turno y la Federación decidieron tirar por el camino del medio, y gracias a Dios que no pasó nada. Me explico.

A las cuatro y media de la tarde estaba previsto el inicio del partido de la décimo quinta jornada del grupo tercero de la Segunda División B y que enfrentaba a Mestalla Valencia y al Barcelona B. Pero resulta que el partido se vio envuelto en unas circunstancias especiales. Un virus estomacal hace mella en la plantilla del segundo equipo. El virus parece que tuvo su orígen en un aperitivo que la plantilla del filial tomó el pasado jueves 30 de diciembre. De hecho y ante las bajas del primer equipo, Quique se vió obligado a desplazar a Huelva a cuatro jugadores del filial: Cerra, Pallardó, Pablo Hernández y Javi Guerra. Pallardó no pudo ni jugar en el Colombino.

A estas cuatro bajas (los cuatro desplazados a Huelva), el virus se carga de un plumazo a cuatro jugadores más del filial: el portero Vicente Guaita, Carles, Cristian Bustos y Alex Vaquero. Incluso a este último se le realiza una prueba antes del partido para comprobar su estado. A los pocos minutos se tiene que retirar del calentamiento.

Cuatro en Huelva, más cuatro KO por el virus, igual a ocho. Ante esta circunstancia el míster Luis Sánchez Duque, junto con su delegado Paco Camarasa inician los trámites para suspender el partido. El temor no eran ya los tres puntos, que pudieran ser lo de menos. El temor era alinear jugadores que, a simple vista, estaban sanos. Digo a simple vista porque el miedo residía en que alguno de ellos pudiera albergar en su cuerpo la afección viral, y que ésta todavía no se hubiera manifestado. El consecuente peligro de que en mitad de un partido se te manifieste un virus es potencialmente una incógnita. Incógnita que preferimos no despejar, y que no sabemos hasta que punto hubiera podido afectar a los que saltaron al terreno de juego.

Incluso para que el Barcelona viera que no se trataba de una treta deportiva para recuperar la ventaja perdida de inicio, Luis Sánchez Duque se compromete con Quique Costas (entrenador del Barcelona B) a, en el caso de que el partido se suspendiese y se le otorgase nueva fecha, no alinear para entonces a los cuatro jugadores que habían ido con el primer equipo a Huelva. Es decir si se hubiera suspendido el partido, fuera cual fuera el dia en el que se jugara, el Valencia Mestalla no contaría con Cerra, Pallardó, Pablo Hernández y Javi Guerra.

La respuesta del Barcelona fue dejar la decisión final en manos del árbitro, el canario Víctor Ramos Hernández. El árbitro de Las Palmas parece ser que consultó con la Federación Española de Futbol. Allí no le dieron muchas garantías de que su decisión fuese a ser bien acogida y le recordaron que "mientras haya siete fichas disponibles, se puede jugar".

Así que como eran once (contando con dos jugadores que les llegó justo para no vomitar durante el encuentro, y otro más que no había comido nada en todo el día) disputaron el encuentro. Lo de menos es el resultado (0-0). Pero yo sí quiero preguntar, ¿De quien hubiera sido la responsabilidad si durante el encuentro se manifiesta la existencia del virus en alguno de los jugadores del Mestalla que fue alineado y ocurre alguna situación médica más o menos peligrosa?

Cuando todavía tenemos en la mente imágenes como la del húngaro del Benfica Miklos Feher, o simplemente el susto de Pellegrino en La Rosaleda dias después yo me pregunto ¿Es que no vale la pena parar para evitar esto? ¿Porqué se suspende -no hace tanto- un partido de Copa del Atlético de Madrid por una intoxicación y se obliga a jugar en segunda B (calendario menos cargado -sin Copa del Rey y sin competiciones europeas-)? ¿Es que acaso la vida de un pelotero de primera vale más que la de un chaval de 20 años en segunda B?

Estoy totalmente de acuerdo en que un colegiado suspenda un encuentro si se le da un monedazo a un juez asistente, porque corre peligro su integridad. Nada que objetar. Sin embargo ¿Cuando la integridad física que corre peligro es la de los jugadores y no hay focos mediáticos de por medio, no merece la misma consideración la vida de estos chavales que la de los jueces de la contienda? ¿Como le sentaría al árbitro que saliera un directivo y obligara a jugar "mientras respire y tenga pulso el golpeado"?

¿Se han parado a pensar que hubiera esgrimido la Federación en caso de que algo hubiera ocurrido? No se preocupen, ellos tampoco. Ese es el dia a dia de la Federación, ellos no piensan. En general.

PD: Perdón por el rollo, pero me prometí contar esto aunque ya sé que no suscita tanta atención como el primer equipo. Pero prefiero mitigar las náuseas contando las cosas. Aún así todavía me dura la incredulidad

5 comments:

Vicente said...

pues tens raó amic,pero d'aixó no es fa eco ningú.....llastimossament.
si haguera mort un xaval,damunt la culpa de Sanchez Duque per possar-lo,i el arbit tan panxo
au amic !!!
pd: amunt el Cai.

pablet21 said...

Yo pensava lo mateix el dia de la moneda. Als juaors pots dirli/ferli lo que vullgues, ara, a un arbit ni se t´ocurrisca mirarlo mal xq suspendrá el partit. Que vergonya!!!!

P.D: Amunt Pablito!

www.checheche.net said...

Es que `vamos apañados si te tienen que arreglar algo los que han perdido hasta su propia ciudad del fútbol.

Little

Manolo Montalt said...

Deja, deja, Little, a mi que no me arreglen nada. Prefiero a Pepe Gotera y Otilio

Nacho Sapena said...

excelente artículo, pero ya sabemos cómo "trabaja" la federación, y cómo actúan los árbitros.

desgraciadamente hasta que no pase algo gordo no se tomarán medidas, como siempre.

P.D. Hi ha que repetir el dinarot que s'hem fotut, brother!