No sabría bien por dónde comenzar. Decir tan sólo "gracias" ante tanta muestra de cariño y de apoyo es un concepto que se me antoja que se queda muy pequeño para definir lo que mi familia ha sentido al verse rodeada de todos vosotros en estas horas tan complicadas y sobre todo dolorosas.
Quizá el comienzo tendría que ser el de pedir disculpas. Porque no he podido antenderos a todos como meréceis y no os he podido devolver el afecto que me habéis regalado en estos dias. Tanta gente con la que no me pude volcar en el tanatorio, tantas llamadas perdidas al móvil, tantos mensajes al telefono que no he podido responder. Lo dicho, el comienzo posiblemente ha de ser el de pediros disculpas a todos.
En cualquier caso sí que os diré que habéis sido de una gran ayuda tanto para mi familia como (especialmente) para mi. Esto no es fácil de llevar, pero con vosotros al lado se ha podido encarar de otra manera.
Sí que os puedo decir una cosa bien clara y bien alta. Conociendo a mi padre como lo conozco, ver esta respuesta multitudinaria le hubiera llenado de orgullo. Porque si habéis querido estar a mi lado estos dias es por el aprecio que me tenéis. Y si me tenéis en consideración es por los principios que mi padre me inculcó desde el primer dia de mi vida. PAPÁ ESTARÀ MUY ORGULLOSO. SEGURO.
Tengo que agradecer especialmente como se han volcado estos dias Calcu (algo más para mi que un amigo y un hermano, y que aquel que no sepa valorarlo no sabe lo que se pierde), a Paquito García Polit (aconsejándome desde tan dolorosa experiencia, y demostrando su calidad humana) y a Sare Blanquer por pasarse la mañana y el mediodia del viernes cuidando de mi madre.
Me queda ya poco más por decir. Sé que al nombrar a estas 3 personas corro el riesgo de quedar mal con el resto, pero siento tener una deuda especial con ellos tres, y otra deuda inmensa con todos vosotros.
Repito lo ya dicho para acabar:
PAPÀ ESTARÀ MUY ORGULLOSO. MUCHAS GRACIAS A TODOS.
